martes, 9 de octubre de 2007

Si mi hacer te provoca duelo...

La Tania, normalmente comunicativa, se reserva sus asuntos cuando sabe que el conocimiento de ellos puede generar en los otros conductas que no está dispuesta a tolerar en el momento. (Ya les llegará el momento de enterarse, se dice.)
Así fue, con su último rompimiento suscitado hace algunos meses: un día paseaba feliz por la casa con su entonces novio y semanas después la familia comenzó a preguntar por la ausencia del tipo en cuestión. Las respuestas de la señorita, vagas:

En la Reunión Familiar

Tía d T: ¿Y Xxxxx?¿Todavía toca con su banda?
Tania: Ahm, pues sí. [sonrisa social]
Tía d T: Ah, que padre...
Tania: Ejeje, sí... ¿me pasas una taza?
Tía d T: Tocan bien bonitoY qué onda ¿Hoy dónde tocó?
Tania: Pues, no sé...
Tía d T: Ay niña, ¡cómo que no sabes!
Tania: Pues ya no es mi novio. [daaah]
Tía d T: ¡No me digas! Pero tan bonita pareja que hacen (en presente?), tan buen muchacho. Ay, tú tranquila, verás como luego se arreglan.
Tania: Ejejejé, ¿Eso crees? [mueca inexplicable]
Tía d T: Sí, es más, invítalo a la mariscada la semana que viene.
Tania: Voy por otra rebanada ¿de qué te traigo?


Podría citar más ejemplos, pero me da bastante flojera, así que paso a lo siguiente. Estas conversaciones son completamente explicables cuando tiene poco que has roto, normalmente al cabo de un mes la familia entera se sabe el chisme. Pero en este caso no fue así y para evitar más conversaciones de este tipo me dediqué a avisarles a todos los que me encontraba que ya no tenía al novio, prácticamente sólo recibí quejas y mentadas de madre o comentarios que me recordaban por qué prefiero no comunicar mis asuntos. Incluso alguien de la familia soltó un par de lágrimas al escuchar la noticia y uno de mis compadres palideció. Los amigos sacaban el lado amoroso para con el novio y una tipa hasta me insinuó que debía perseguirlo porque si no se me iba a ir el tren. No faltaron los: ya verás que pronto regresan y cosas por el estilo. Después de un tiempo todo empeoró, un día descubrí a un personaje de la familia hablando con otro de que lo extrañaban y de que yo debía pensar mejor las cosas (!!!!). ¡Vale soberana madre!

¡No me chinguen!, pensaba.
Qué poco entender.

Y es que, el shock era: además de lidiar con mi propio proceso de duelo, era vista como brujilda por arrancar de sus vidas a "tan importante elemento", sin pedir permiso ni perdón. ¡Por Dios!.

Para la próxima me haré tarjetitas como las de "Eternal Sunshine of the Spotless Mind":
"Le suplicamos no mencionar cuanto quiso, quiere y seguirá usted queriendo a Abcdef frente a nuestra estimadaTanuxita, ya que ese episodio está siendo borrando de su vida. Hágase pelotas con sus propios, sentimientos, opiniones, pedos y extrañares, si tanto lo/la quiere (conmigo ya no se sabe), llámele usted."





7 comentarios:

El Pirata Cojo dijo...

No entendí de quiénes hablas.

Ya no soy yo. dijo...

Pus... ni los conoce. Hablo de parientes y amigos en general, que entraron en crisis cuando aquello.

El Pirata Cojo dijo...

Quién es usté'? La conozco?

Ya no soy yo. dijo...

;) ;)

Garnacher dijo...

Qué bonito es sentirse apollado por la familia.

Ya no soy yo. dijo...

apabullada...

Yo dijo...

me mató la curiosidad :P